Mi sentido de la culpabilidad se está resintiendo seriamente, y ya me estoy cansado de sentirme culpable.
Creo que somos muchos los que hemos criado y educado a nuestros hijos, lo mejor que hemos sabido, desde la responsabilidad y sobre todo, inculcándoles el mayor de los respetos por todo cuanto nos rodea.
Uso lo mínimo imprescindible el coche, clasificamos los residuos siempre, cuidamos al máximo el consumo de agua, luz, etc, apadrinamos en su día una niña india……
No comemos “pezqueñines”, ni carnes de Pernambuco, ni patatas de Chin Chin Pun, mientras haya productos de la Región y/o del País.
Aún así, cuando levanto la cabeza del plato, y miro la tele…. “ un niño muero de sed en el mundo cada equis segundos, porque YO no he puesto 1€.
El hambre se erradicaría, con solo unos céntimos que YO no he donado.
Tal o cual vacuna sería posible, gracias a MI aportación de tan solo 50céntimos/día.
Ni un árbol mas se talaría, si YO no usase no se que papel.
Me da cargo de conciencia, hasta cuando uso el desodorante, porque seguramente ESTOY atentando contra el medio ambiente, con el que soy profundamente respetuoso.
Por el contrario, raro es el día que no leemos en el periódico, que la banca, las eléctricas, las petroleras, etc etc, han aumentado sus beneficios en no se cuantos cientos de millones, mas que año pasado, también “gracias a mi aportación”.
Seguramente, a ningún “jerifate” de estas grandes empresas, siente cargo de conciencia, como yo, porque ellos comen en lujosos restaurantes, y no ven la tele a la hora de comer como el común de los mortales, por tanto, con ellos no va el tema.
Y digo esto, porque parte de esos pingues beneficios, bien podían destinarlos, a lo expuesto al principio, y entre todos la carga sería menos carga.
O, bien, que alguien con mando en Plaza, y por Real Decreto, les “invitara” a tomar parte también de la desgracia ajena.
Seguramente seríamos todos/as infinitamente mas felices, y los beneficiados, mas aún.
Pero mientras tanto, comamos conejo por Navidad, o lo primero que pillemos.
Sean ustedes felices, todos.
Besos del CORONEL.
lunes, enero 18, 2010
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